dimanche 11 avril 2010

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Estaba dentro del 126, de la cantidad de luces de colores que tenia era un boliche, escuchando musica de fondo estaba tranquilo viendo el paisaje urbano de la capital, revolviendo recuerdos. 
Estaba sobre alberti cuando sube un chico de unos ventipico de años, me llamo la atencion que subiera sin pagar boleto, y que el chofer no lo notase, tambien juraria nunca haber escuchado la puerta abrirse.

En un momento de distraccion el colectivo da una de sus clasicas frenadas que te tiran, todos se hicieron hacia atras y despues de nuevo para adelante por culpa de la inercia, menos el joven este, estaba quieto sacando fotos con su celular, identico al mio. Cuando miro sus pies para ver donde esta parado y buscar el porque no sucumbido a la inercia, noto una sombra debajo de sus pies, estaba unos dos o tres centimetros por encima del suelo.

En mi mente hubo silecio los primeros segundos, atonito no me creia lo que veia, ni bien se desocupo un asiento me sente, no me importaba que fueran los de adelante, me haria el dormido si alguna vieja me lo quiere quitar. Cuando saco las manos de mi cara siento que mi aciento se mueve, asumi su movimiento a las sacudidas del colectivo, en eso escucho un susurro:

-No puedo creer que todavia su nombre este dentro tuyo, aveces la humanidad me sorprende.

No podia disimular mi sorpresa al verlo a el al lado mio, en un asiento que crei ocupado, tape mi boca para ahogar el grito del susto. Junte coraje y pregute con normalidad

-¿Que queres decir? No entiendo ¿Quien sos?

-Sabes bien quien soy - me dijo sin quitar la vista del celular, aveces lo hacia solo para mirar adelante como buscando donde bajarse - dudaste de mi punteria como todo el mundo, pero sos uno de los pocos a la que la flecha se le clavo mas adentro.
- Espero un nombre - dije -.

- Me miro y me dijo - Valentin - fue cuando note lo rosa de sus ojos.

- Perdon, pero no te conosco.

- Si me conoces, solo que no lo sabes aunque si lo sepas, como todos en este colectivo, solo soy un alma que sobrevive de las pocas esperanzas, como las tuyas.

- ¿De que esperanzas hablas?

- La esperanza de desear estar a su lado, soñar con sus ojos, besarle los labios.

- Bueno pero sin ese tipo de esperanzas nadie estaria vivo, o creyendo en un mejor mañana.

- Sin ese tipo de esperanzas yo no estaria sentado hablandole a un simple mortal. - me dice sin sacar la vista del celular que parecia apagado-.

- Gracias.

- No hay de que, mira me cansa que la gente diga que mi punteria en esos momentos es mala, yo apunto y doy en el blanco, la gente opta por tomar o dejar, ellos tienen el libre albedrio, pero claro la culpa despues la tengo yo, solo porque no entienden el amor.

- Como vos dijiste, somos simples mortales

- Sí demasiado simples - me dice entre suspiros que parecian no largar aliento-.

- Pero si todos tienen las misma inquietudes ¿poque decidiste venir a hablarme a mi?

- Fue al azar, fuiste el unico que noto que mis pies no tocan su suelo, aparte como escuchas musica no parece que estuvieras hablando solo, parece que cantas.

Fue cuando note que tenia los auriculares puesto y que mi musica se habia detenido, miro el MP3 y veo que dice que la musica sigue su curzo con normalidad, pero yo solo lo escuchaba a el.

- Ah, esta bien, pero vos decis que los mortales no entendemos de amor, ¿entonces porque nos enamoramos?

- Para confundirse.

- No entiendo.

- Exacto. Eres mortal, si lo entendieras no lo serias.

- Entonces el amor... ¿existe?

- Claro que existe, pero existe cuando uno lo crea a partir de una mirada o un beso, asi llaman ustedes a mis flechas. Avisame cuando lleguemos a General Paz.

- Es una autopista enorme , las vas a ver.

- Soy ciego.

- Ah, perdon, sí yo te aviso. Espera pero te vi sacando fotos con tu celular y toqueteandolo.

-Entrene mis demas sentidos para que no se notara tanto, parece que si sirve.

- Ah esta bien - no le quise decir que su celular estaba apagado, para no herir sus sentimientos si es que los tiene-. Bueno pero volviendo al tema, explicame porque no me la puedo sacar de la cabeza.

- Eso es culpa de la locura, yo te enamoro, ella te vuelve loco de amor. Somos una buena pareja, siente mucha culpa desde que me dejo ciego, pero es buena entidad.

- ¿Entonces me decis que esoy loco?

- De amor.

- Es una mierda.

- Si lo se, pero esa mierda te encanta.

- Culpable.

- Entonces no me podes decir que esta mal enamorarse o caer en la locura, nunca vas a entender al amor, NADIE nunca lo va a entende, el amor esta para que nadie lo entienda, pero para que todo el mundo lo sienta. Yo no discrimino, que la princesa se enamore del pueblerino, total van a ser felices, aunque todos los critiquen. Acordate de avisarme cuando lleguemos a General Paz.

- Si yo te digo. Bueno pero ¿nunca te equivocaste?

- Jamas, siempre doy en el blanco, te repito, yo disparo la gente hace lo que quiere y despues la culpa se la echan a un pobre ciego.

- Ya estamos a dos cuadras de General Paz.

- Gracias, mejor me voy bajando. Un ultimo consejo, Solo los que pueden ver lo invisible, pueden hacer lo imposible y ella extaña tu perfume tanto como vos extrañas el suyo.

- Eso no es un con...

En eso el coletivo frena de golpe, haciendo que casi me caiga de mi asiento.



-Ese semaforo de mierda anda para el ojete, no puede ser que cambie tan rapido de verde a rojo, casi me trago al infeliz de adelante, en esta ciu...


Deje de escuchar las puteadas del colectivero y busque a Valentin - su supuesto nombre - pero ya no estaba, tampoco lo vi fuera del colectivo, en su lugar habia un hombre durmiendo.

Con mi musica de fondo, el resto del viaje transcurrio tranquilo, no todos los dias se puede hablar con cupido, y mucho menos que te de un consejo que no es consejo y no solo uno sino dos, parece que las emociones no conocen de matematicas.










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Hay solo un modo de ver las cosas, hasta que alguien nos enseña a mirar con otros ojos. 
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